Hubo dos detenidos. El animal, de raza criolla, presentaba tres marcas de dueños diferentes y estaba bien alimentado.
Una familia completa fue demorada al comprobarse que, en el fondo de la vivienda que habitaban, habían habilitado un matadero clandestino de caballos robados.
Un joven de 23 años y su hermano de 16 fueron demorados tras ser encontrados en plena faena de descuerar un caballo de unos 14 años, degollado previamente.
El hecho ocurrió el sábado en el barrio Norte Grande de esta capital, en un inmueble ubicado en un asentamiento fiscal próximo al citado barrio.
El procedimiento lo realizaron efectivos de la Comisaría Décima.
A partir de una orden librada por el magistrado de turno, efectivos de la División Policía Rural y Ambiental allanaron el inmueble. Contaron con el apoyo de móviles del SE 911, de la propia comisaría y de la Compañía Guardia de Infantería, debido a que varias familias, que se disponían a recibir carne de la faena ilegal comenzaron a arrojar piedras hacia los uniformados y móviles.
El médico veterinario de la Policía determinó que el equino tenía una edad aproximada de 14 años, era de raza mestiza, pelaje moro. Identificó además la existencia de tres marcas diferentes y que el deceso del animal fue por degello.
La Fiscalía Penal 1, el juez Correccional y de Garantías 6 y el juez de Menores 1 ordenaron acta de identificación simple al joven de 23 y acta de formación de causa y entrega del menor a familiares por supuesta infracción al Art. 206 del Código Penal. Ambos recuperaron su libertad. Se investiga el origen del equino para determinar a quién pertenecía el animal sacrificado.
Fuente: El Tribuno
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