La ciudad de Guaymallén, Mendoza, comenzó su prueba piloto con 11 sustituciones de caballos por motocarros.
Un paso en el proceso de mejora ambiental dio el municipio de Guaymallén al cambiar las carretelas tiradas por caballos de 11 recolectores de residuos por igual número de motocargas de 200 cc.
La permuta se realizó ayer en el parque del barrio Unimev, donde los trabajadores informales fueron presentados oficialmente y dentro de unos días comenzarán a realizar sus actividades dentro del programa Guaymallén Ecológico.
Los hombres, con edades comprendidas entre los 25 y 45 años, retirarán todo tipo de residuos de los domicilios, cuyos propietarios habrán clasificado previamente los desechos en bolsas especiales. Los desperdicios orgánicos seguirán siendo retirados por el personal y los camiones habituales de Servicios Públicos.
El plan puesto en marcha contó con el apoyo de la fundación Cullunche, en la persona de su titular, Jennifer Ibarra, quien destacó los efectos ambientales y el hecho de que se avanza en la eliminación de la crueldad en el trato de caballos que tiran carros, aclarando que no es el caso de quienes empezarán a circular en rodados de 3 ruedas.
Las motos les llegan a estos trabajadores en comodato y por esas máquinas la administración de Luis Lobos pagó un poco más de 200 mil pesos.
Lo interesante del programa puesto en marcha es que los componentes de Guaymallén Ecológico fueron preparados durante varias semanas, recibiendo alfabetización, nociones de mecánica ligera, manipulación de residuos y educación vial, esta última disciplina a cargo de Policía de Mendoza.
Los carreteleros seleccionados son solo una parte de un universo mayor, ya que en la zona urbana hay por lo menos 30 de estos recolectores, número del que ahora hay que restar 11.
Un censo efectuado por el área de Desarrollo Social del municipio determinó que estos trabajadores provienen de barrios muy humildes o asentamientos, como Castro, Belgrano, Finca Badano, Estación Buena Nueva, calle Capilla de Nieve y barrio Lihué. En el ámbito rural el número es de aproximadamente 50.
Los equinos que dejan de trabajar tendrán diversos destinos: unos se quedarán con sus dueños; otros serán dados en adopción a gente que los solicite y alguno que otro será destinado a centros de equinoterapia. A los que permanezcan con sus ex propietarios se les aplicará un chip para controlar que no vuelvan a ser ocupados en la vía pública en transporte de cargas.
El material que retire este nuevo equipo motorizado será llevado a un depósito de calle Bandera de los Andes, donde alguna vez funcionó la bodega Monclus. Allí se hará la clasificación respectiva y los interesados concurrirán a ese lugar a comprar los insumos que necesiten: botellas, plástico, papeles, cartones, etc.
Cristian Moreno (37, 4 hijos), afincado en barrio Amanecer, de Buena Nueva, dijo que el cambio producido "mejorará nuestra calidad de vida y nos dará más dignidad, especialmente pensando en nuestros hijos".
Por su parte, Carlos Carrasco (45, 2 hijos) señaló que "antes éramos mal mirados". Hugo Páez (35, 5 hijos), del asentamiento Estación Buena Nueva, rescató que "social y económicamente vamos a progresar; se imagina cómo me siento yo que desde los 16 años estoy arriba del carro".
Todos reconocieron que ahora trabajarán todo el día (antes solo lo hacían a la mañana), dividiendo la jornada en 4 horas matutinas e igual número en la tarde. Otra variación: eventualmente podrán ingresar a los barrios privados, posibilidad que antes les estaba totalmente vedada.
Erica Soria (32), esposa de Hugo, uno de los 11 seleccionados, dijo que ayuda a su esposo en los menesteres diarios en la calle, pero afirmó que sus 3 hijos no están vinculados al servicio. "Ellos tienen que estudiar y superarnos; los más grandecitos están en el secundario y la nena, de 9 años, en la primaria", indicó Soria.
Juan Kohn, secretario de Gobierno, explicó que en una primera etapa se invitará a adherir a la operatoria a los carreteleros de la zona urbana, y cuando se consolide el programa, la idea es prohibir la tracción a sangre en el departamento con relación a la recolección de residuos y cartones. "Queremos generar un trabajo, que sea sustentable y que se sostenga en el tiempo", sostuvo Kohn.
Por su parte, el intendente Lobos invitó a los jefes comunales de los departamentos vecinos "a que se sumen a nuestra cruzada y erradiquen las carretelas de sus radios urbanos". Y adelantó: "A nuestro departamento no ingresarán más carros de otros lugares".
Equipados
Unos tras otros, los flamantes promotores ambientales recibieron su carnet identificatorio, el casco y los guantes de trabajo. Desde el 5 de enero próximo recorrerán los domicilios de la zona piloto, recolectando residuos reciclables que los vecinos separarán en bolsas especiales.
La zona delimitada para este primer ensayo es el rectángulo imaginario que conforman Gutiérrez (al sur), Estrada (al oeste), Azcuénaga (al este) y la lateral Sur del Acceso Este (al norte).
Entre las múltiples aristas que se propone Guaymallén se destacan: evitar el maltrato de animales, disminuir la cantidad de carretelas en la jurisdicción, comenzar a regular el trabajo informal, mejorar condiciones de trabajo, y erradicar los micro basurales a cielo abierto, una problemática que afecta a este departamento especialmente.
El municipio realizó una campaña de concientización puerta a puerta en los domicilios, entregando bolsas especiales para depositar los residuos reciclables que se llevarán los ex carreteleros. Inés Rodríguez (70), vecina del barrio Unimev, donde habita hace 43 años, adelantó que está entrenada para separar los residuos de su casa en bolsas especiales y entregarlos a los nuevos servidores. "Lo único que espero -manifestó la ama de casa- es que esto perdure en el tiempo".
Casos de Godoy Cruz y Luján
En 2006, durante la gestión de Juan Manuel García, la comuna de Guaymallén realizó una prueba piloto comprando un vehículo a un changarín para que vendiera frutas y verduras por la calle. La idea era extender esta iniciativa hacia los carreteleros, pero no prosperó.
En marzo de 2009, mediante un subsidio municipal, 50 carreteleros de Godoy Cruz dejaron sus caballos y sus tareas para dedicarse a otra actividad.
Una parte se incorporó a la Dirección de Servicios Públicos de la comuna, otro grupo recibió capacitación para desarrollar emprendimientos productivos, algún oficio y otros adquirieron vehículos de carga para realizar servicios de taxi flet.
Esta experiencia aún se mantiene y la idea es expandirla con el objetivo de erradicar la actividad de los carreteleros en el oeste departamental. Este año también fue presentado un proyecto en la Legislatura para adquirir motocargas y a modo de plan canje, reemplazar las carretelas.
En diciembre de 2011, la Fundación Defensa Vegana propuso a la comuna de Luján el remplazo de los vehículos de tracción a sangre por bicimotos equipadas con carritos. En este sentido, plantearon la modificación de la ordenanza que hace referencia a la gestión integral de los residuos sólidos urbanos. Esta iniciativa vegana no se implementó hasta el momento.
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